Casi dos horas de concierto bastaron para borrar la distancia entre Jorge Drexler y su público de Yucatán, con quienes cantó a una y centenares de voces, una selección de composiciones que ofrecieron un viaje sonoro desde sus inicios, los éxitos que marcaron su carrera, hasta llegar a su material inédito.
La presentación tuvo lugar en el teatro Armando Manzanero, como parte del Festival Internacional de Trova, ante un auditorio generoso en aplausos y ovaciones que le obsequiaron incluso desde que pisó el escenario.
Besando el piso del recinto con el nombre del yucateco más universal, Drexler comenzó marcando el ritmo con una caja de cerillo y en la voz la canción “Transporte”.
A pesar del formato ligero, de guitarra y voz, el cantautor sumó algunos elementos tecnológicos: de efecto de voz, de luz, eco y otros escenográficos; cuatro mamparas forradas con tela blanca acompañada de un juego de luces y sombras que reforzaban la experiencia de cada canción.
Drexler fue desgranando uno a uno, se escucharon temas de toda su historia, desde la que vendió 33 copias según la anécdota que cuenta, hasta aquellas que lo han colocado como uno de los máximos exponentes de la canción en Iberoamérica, “Eco”, “Deseo”, “Mi guitarra y vos”, “Sea” que también cantó Mercedes Sosa y “La Aparecida”; canción que este año cumple tres décadas de haber sido concebida.
En homenaje a Armando Manzanero, interpretó su versión de “Contigo aprendí” acompañado de las voces de su público.
Para generar incertidumbre y emoción agregó un péndulo de Newton y una divertida explicación sobre la ciencia e historia detrás de ese movimiento hasta llegar a la famosa frase del químico Antoine Lavoisier “nada se pierde, todo se transforma”, la cual inspiró su canción “Todo se trasforma” una de las más coreadas.
Después de este éxito de su discografía interpretó “A la sombra de Ceibal”, la cual no está grabada en ningún álbum, la compuso como música oficial del Plan Ceibal de su natal Uruguay, cuya misión es "Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea".
El final pre anunciado, se acercaba con la canción dedicada a su amigo y maestro Joaquín Sabina, “Pongamos que hablo de Martínez” y tras una breve desaparición con aclamaciones para volver, de nuevo apareció en el escenario para cantar “Movimiento”, “Silencio” y cerró con “Telefonía” un beso en el escenario y una amplia sonrisa de agradecimiento, en medio de una ovación de pie.
Cecilia Ricardez.
Colaboradora Afrodita
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