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El evento, realizado en Barcelona, reunió a 5 mil personas bajo estrictos protocolos
A un año del confinamiento por culpa de la pandemia todos extrañamos la emoción de los conciertos: desde el sueño de ver a tu banda favorita tocar esa canción que amas, hasta la cerveza caliente y a sobreprecio que ofrecen en los eventos masivos.
Aunque en México mucho se ha rumorado sobre quiénes serán los encargados de retomar estos eventos, en España ya se prendió la primera luz al final del túnel: Love of Lesbian fue la banda encargada de realizar un concierto presencial y masivo con la pandemia aún activa en Europa.
El protocolo fue un tanto distinto, los asistentes pasaron bajo estrictos filtros de bioseguridad para garantizar que ninguna de las personas que ingresaba a la sala de conciertos del Palau Sant Jordi de Barcelona portara el coronavirus que ha arruinó durante tantos meses la posibilidad de volver a vivir estas experiencias.
El pasado sábado se concretó el evento, pero antes se informó de las normas de ingreso, que incluían el uso de cubrebocas FPP2 y la realización de una prueba instantánea PCR para detectar SARS-CoV-2.
Los organizadores procuraron garantizar la distancia física recomendada para evitar los contagios y la desinfección de las instalaciones.
La noticia del concierto presencial fue recibida con tanto agrado por los españoles que en los boletos se agotaron en un sólo día.
Con este concierto Barcelona aplicó la prueba de fuego para el regreso de los eventos masivos, pero los resultados se verán dentro del lapso de 14 días, en los que se suelen presentar los síntomas del Covid-19.
El escenario era el mismo y la banda se entregó al público, pero fuera de él la emoción desbordaba sin que las sonrisas pudieran apreciarse.
Love of Lesbian logró que las autoridades sanitarias españolas flexibilizaran bastante las normas que permiten congregaciones únicamente si no se superan más de cuatro asistentes porque el espacio cumplía con las condiciones para circular libremente.
Este concierto, del otro lado del océano, es la esperanza de que otros países imiten los filtros que garanticen el regreso de los eventos masivos que nos permitan disfrutar nuevamente de la música en vivo y dejar las transmisiones virtuales que han sido la única posibilidad desde que comenzó la pandemia.
Astrid Sánchez. Afrodita Magazine
Foto: Internet